¡En defensa de las conquistas de 1936 y 1945!

23 noviembre, 2018

Llamamiento del Encuentro del 10 de noviembre convocado por el Comité Nacional de Resistencia y Reconquista en París, Francia.

(Descarga el llamamiento en PDFPara cualquier contacto)

Dos mil quinientos militantes obreros, sindicalistas, militantes políticos, representantes elegidos… de diversas pertenencias se han reunido en París el 10 de noviembre de 2018 convocados por el CNNR en defensa de las conquistas de 1936 y 1945.

Una sorda indignación crece en este país. Un ejemplo de ello y que ilustra la exas- peración de millones de personas es la de ese pensionista que espeta a Macron: “¿No sientes la cólera que crece en Francia?”. Esa cólera, esa exasperación tienen un origen: la política de destrucción aplicada por Emmanuel Macron por cuenta del capital financiero.

Esta política, la “transformación del país” que Macron quiere imponer, es una verdadera contrarrevolución, como acaba de demostrarse con el intento de homenaje a Pétain.

Jean-Paul Delevoye, alto comisario para la reforma de las pensiones, acaba de declarar: “No es una reforma de las pensiones, es un cambio de sociedad.” Geoffroy Roux de Bézieux, presidente del Medef, remacha el clavo: “Es la madre de todas las reformas.”

Todas las bases de la civilización arrancadas por la clase obrera, todas las conquistas sociales, que en este país se concentran en particular en las conquistas de 1936 y 1945, deberían liquidarse íntegramente. El conjunto de derechos colectivos debería ceder el puesto a una individualización completa, para instaurar una sociedad de individuos “uberizados”, sobreexplotados.

Por un lado, un gobierno debilitado, en caída libre, pero que quiere proseguir a toda costa con su política destructiva, apoyándose en las instituciones antide- mocráticas de la V República. Por otro, una rebeldía que crece e intenta unirse. En este contexto, no se engaña nadie: la operación policial contra Mélenchon, contra la France insoumise, no tiene otro objetivo que intentar frenar ese movimiento, intimidar, aterrorizar a los militantes que se niegan a plegarse, a someterse.

Para hacer pasar sus contrarreformas, el gobierno, al estar debilitado, querría neutralizar a las organizaciones sindicales, asociarlas a sus planes, hacerlas desviarse de la necesaria independencia contra Macron. Por el contrario, para decenas de miles de militantes obreros que no lo aceptan, salvaguardar su independencia para que puedan desempeñar su papel es un reto principal, una cuestión clave en toda la situación.

La crisis mundial agudizada por Trump, la marcha hacia la dislocación de la Unión Europea, alarman a todas las cúpulas. Según se aproximan las elecciones, los principales dirigentes de la Unión Europea comenzando por Macron intentan distraer la atención: enarbolan la amenaza de los nacionalismos, de la extrema derecha. Ellos que, en menos de lo que se tarde en decirlo, se ponen de acuerdo con Orban y Salvini cuando se trata de golpear a los “migrantes” y a los refugiados. Se atreven a decir: “o nosotros o el caos”, se atreven a acusar a los pueblos, ellos, que siguiendo los pasos de los gobiernos precedentes, adoptan en todas partes las peores medidas contra los trabajadores y emprenden la liquidación de todas las conquistas de la clase obrera una tras otra.

No, los pueblos no son responsables del caos: son las políticas exigidas por el capital financiero, por sus instituciones internacionales como la Unión Europea, por los gobiernos a su servicio los que conducen a la catástrofe. Los responsables son todos los dirigentes de izquierda que al igual que los de derecha no han cesado de aplicar esas políticas, razón por la que son masivamente rechazados.

La inmensa mayoría de los trabajadores, la inmensa mayoría de la población no quiere el caos. Quiere preservar las bases de la civilización, preservar las conquistas sociales y las conquistas democráticas que son inseparables.

Frente a la contrarrevolución, al cambio completo de sociedad que el capital financiero y Macron a su servicio querrían imponer, la defensa de las conquistas de 1936 y 1945 constituye el punto de partida de un plan de salvaguarda de la clase obrera y de la civilización.

Reunidos en París a convocatoria del CNRR, nos comprometemos a multiplicar en la próximas semanas las reuniones en los departamentos, las localidades, los barrios, los centros de trabajo, para ayudar a reunir a todas las fuerzas que resisten, para constituir en todas partes nuevos comités, reforzar, ampliar los comités de resistencia y de reconquista existentes, llamar a los militantes obreros, a los trabajadores, a los jóvenes a sumarse a ellos, reunir a miles y miles para cubrir todos los departamentos y ciudades de este país.

A través de esas reuniones para reagrupar a miles y miles, vamos a ayudar a organizar la resistencia y establecer así las bases del plan de salvaguarda de la civilización concentradas en las conquistas de 1936 y 1945.

Dos mil quinientos militantes obreros, sindicalistas, militantes políticos, representantes elegidos… de diversas pertenencias se han reunido en París el 10 de noviembre de 2018 convocados por el CNNR en defensa de las conquistas de 1936 y 1945.

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